El gobierno regional estudia
sustituir a Vigón por una figura de cera en actos institucionales, congresos y
eventos varios
SE
PRETENDE QUE LA “DIMISIÓN” DEL PRESIDENTE DE FADE NO AFECTE A LA YA TRADICIONAL
IMÁGEN DE “NORMALIDAD INSTITUCIONAL” DEL PRINCIPADO
Actualizado viernes 25/04/2013
14:27 (CET)
MERKEL-TREFE
OVIEDO.- Una de las consecuencias
imprevistas de la pretendida, preeminente, plausible, presunta, -escojan
ustedes el adjetivo que a mí me da la risa- “dimisión” del presidente de la
FADE, D. Severino García Vigón, sería el inconveniente de tener que suplir la
omnipresencia de su figura en aquellos actos públicos de la región que
acostumbra a presidir o adornar con su asistencia (todos).
El gobierno regional, siempre atento
a las necesidades de los asturianos cuando se advierten tan acuciantes como las
que nos ocupa, recela del desconcierto que pueda asaltar a la ciudadanía cuando
al celebrarse un acto cualquiera se advierta la ausencia de Vigón, algo inédito
en los últimos 20 años, y que no podría por insólito sino promover el estupor y
la desazón del respetable. De hecho el pasado martes ya tuvo que suspenderse en
Oviedo el “82 Congreso de Maestros Frixueleros del Noroeste”, ante una incomparecencia
de Vigón que los organizadores no acertaban a explicarse: “Siempre presidía el
acto aunque nunca lo invitábamos; esto es del todo punto increíble, algo raro
pasa indudablemente”.
Para evitar en lo sucesivo este tipo
de situaciones el gobierno regional, consciente de la importancia de Vigón como
uno de los pilares del régimen que junto a la FSA, el PP, los sindicatos y el
diario “La Nueva Escaspa”, ha permitido a sus integrantes depredar el erario público
y sojuzgar Asturias a despecho, entre otras, de la ruina y emigración forzosa
de sus habitantes, habría recurrido al comité de sabios del presidente Javier
Fernández en la búsqueda de una fórmula que preservara una “normalidad
institucional” que, a pesar de la crisis, bien es cierto que se ha apuntado éxitos
tan elocuentes como dotar a patronal y sindicatos de cuantiosos fondos
obviando, aprovechando más bien, la existencia de 122.700 parados a los que sólo
se les permitirá, si son buenos, recibir algún cursillo.
Digresiones al margen, el citado
comité habría propuesto una fórmula tan
sencilla como genial, económica y generadora de sinergias a más no poder:
reproducir en cera la figura de Vigón a fin de que su presencia en actos de
todo tipo preservara la tan querida “normalidad institucional”, de similar
manera a la que las iglesias cuentan con esculturas de santos para refrendar el
carácter litúrgico del templo.
Habida cuenta de que Asturias no
cuenta con gran tradición en la materia, así como que también últimamente
brillan por su ausencia otros destacados miembros del régimen –casos del diputado
D. Francisco González, el ex secretario general de la Agrupación
Socialista de Gijón D. José Manuel Sariego, o el mismo presidente D. Javier
Fernández–, la iniciativa se completa con la creación de un Museo de Cera donde
el visitante pudiera deleitarse con las reproducciones de estas y otras
insignes figuras que pudieran acompañar a Vigón en lo sucesivo. Entre las
sinergias que se citan al respecto destacan el cobro de las comisiones correspondientes
a la adjudicación del Museo, la formación de un nuevo grupo de profesionales
cualificados, y el impulso al transporte urbano de mercancías que supondría el continuo
traslado de los figurones allí donde fuera requerida su presencia.