Javier Fernández se enroca en un mutismo absoluto
Basada en la obra de teatro homónima de Elmer Blaney Harris,
e inspirada en hechos reales, la película focaliza la atención en Belinda
(Javier Fernández), marginada por la deuda y la corrupción generada por su
partido, estigmatizada como "la muda" y considerada deficiente
mental.
La soledad de Belinda, atenuada por su introducción en el
mundo del lenguaje y su incorporación a las funciones políticas del pueblo, se
ve superada como consecuencia del alumbramiento de un hijo (Ignacio Prendes).
Los prejuicios contra los depredadores del erario público y
la tentación de marginarlos y excluirlos socialmente se ven contrastadas con la
labor del diario local (“La Nueva Escaspa”), para abrir el mundo de Belinda al
exterior y potenciar sus muchas y grandes capacidades. La película se erige en
un alegato en favor de la integración de los socialistas involucrados en casos
de corrupción y la normalización de sus vidas.
La música, de Max Steiner, destaca el mundo idílico que
rodea a Belinda, introduce pasajes dramáticos en la escena de la violación por
Rajoy, y culmina con una melodía que glosa la fragilidad de la protagonista. El
guión divide la obra en tres partes: la soledad inicial, el descubrimiento de
la comunicación y la fragilidad de la chica en el tercio final. La interpretación
de Fernández es memorable, en un papel que combina ausencia, mentira y dolor.
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